En pleno auge cotidiano de las nuevas tecnologías, cada día se percibe más una decadencia masiva de los medios de comunicación.

Tampoco es que los debates serios sean el punto fuerte de Internet, aunque aspire a ello para mejorar la democracia, pero a reforzado más bien una falsa democracia teniendo la información en la palma de mano y generandola de primera mano.

El ser humano es sociable por naturaleza y también tiene tendencia al pesimismo, a ponerse en lo peor sacándo faltas ajenas y la puntilla de contexto, algo que Internet potencia para bien o para mal, creciéndose egocéntricamente para llamar la atención por su propia supervivencia, es ley de vida.

De esta manera nos encontramos, tristemente desde inicios del siglo XXI, una tendencia cada vez más en alza a leer y dejar comentarios negativos, despectivos y falsos encubiertos, quizá más por la cómoda libertad de expresión que anónima. Porque en internet todo deja rastro con la dirección IP, incluso en modo incógnito.

También, es más sencillo hacer la vista gorda o pasar página censurando al prójimo o auto censurarse uno mismo para guardar las apariencias o la discreción, antes que remediar los problemas aplicando la inteligencia emocional para poner límites antes que la pelota se haga más grande.

En la actualidad se han radicalizado y monetizado las pocas opiniones que quedan, camufladas más bien, de prejuicios subjetivos, rumores e incluso sin experiencia. Todo parece valer para ganar audiencia, visibilidad y likes que generen dinero contante y sonante que pocas veces o poco se cobra.

Así es como hemos llegado hasta los bots, soldados virtuales encubiertos por un alterego o automatizados por la IA, para generar tráfico en la red con publicaciones excesivamente espontáneas y poco ortodoxas en titulares de la misma indola. Dejando el contenido en segundo plano ya, después del esfuerzo implicado en crearlo, todo parece acabar reduciéndose al titular y a generar controversia.

Espero que este post sirva como reflexión introspectiva para obtener todo el potencial de la tecnología al servicio de la comunidad, sacando lo mejor que hay en todos y cada uno de nosotros desde la consciencia.