Hay diversas formas de bloquear una página web, como el motivo de por qué queremos bloquearla. Desde intereses personales e intransferibles hasta motivos de peso por fraude y spam, etc.
Antiguamente, tecnológicamente hablando, existían los famosos bloqueadores de pop-ups. Eran barras instalables, denominadas toolbars, en los navegadores web que, principalmente, servían para bloquear los molestos banners de publicidad que saltan en algunas páginas, también servían para bloquear las páginas web que filtrásemos como restringidas o como spam. Aunque acabó quedando en desuso, paradójicamente, porque acabó aplicándose para difundir comercialmente de serie en los equipos y software para el mismo motivo por el cual se luchaba contra ello y, con el tiempo, las barras de los navegadores acaban pareciendo los luminosos de las principales ciudades turísticas.
Actualmente, hay una manera sencilla para bloquear definitivamente una página web, utilizando las extensiones para Firefox o Chrome. Ejemplo como Block Site para Firefox o Ad Block para Chrome, entre otros. Una única recomendación que creo que es evidente para mejorar la seguridad de nuestros equipos, ante la gran demanda de aplicaciones y extensiones, sea cual sea la opción que escojamos, se trata de asegurarse la fuente de descarga y desarrollador sean lo más verificados posibles. Asegurandonos, en las características, que tipo de requisitos nos solicitan una vez instalado; permisos de acceso, información que solicitan, etc.
La tercera opción y más recomendable se trata de configurar la privacidad y seguridad de nuestro navegador, en los tres principales navegadores;
En Mozilla Firefox, nos dirijimos en la pestaña configuración y nos muestra tres opciones configurables; estándar, estricta y personalizada, así como limpieza de las galletas, añadir excepciones después de haber configurado la restricción de páginas, permisos para utilizar funciones del equipo in-line como el audio, el micrófono o la cámara, y la gestión de los certificados para determinadas páginas web.
En Google Chrome el proceso es similar, con el orden de los factores cambiados de sitios.
Con Internet Explorer o Windows Edge el proceso es algo diferente y más segura, sin que sirva de precedente. Dependiendo de cómo tengamos configurada la vista del navegador, podremos acceder a la opciones de Internet desde el menú de la barra HerramientasOpciones de Internet, o bien, desde la pestaña de opciones en la esquina superior derecha y seleccionando Opciones de Internet.
Una vez abierta la ventana de Opciones de Internet, pincharemos en la pestaña de Seguridad y seleccionaremos el nivel de seguridad en cada área respectiva, haremos lo mismo en la pestaña de Privacidad.