Estrategias de Marca Impersonal

Sin ánimo de critica ni de polémica, me gustaría hacer una reflexión sobre la evolución de las marcas personales. De un tiempo a esta parte, se percibe un cambio cada vez más egoísta en la gestión de las marcas personales, en lugar de gestionarlas desde la honestidad y el compromiso.

Está claro que mantener una marca personal no es barata y, aunque está basada en oficios más antiguos como la publicidad y el marketing, se ha convertido en una nueva forma de ganarse la vida cada vez más extendida y más agresiva si cabe como estrategia de mercado.

Teniendo en cuenta que, en general, cada vez hay más competencias dentro de los mismos servicios y que el marketing, la publicidad y la marca personal son la base de dichas competencias.

En lugar de dejar las rivalidades a un lado y centrarse en la finalidad productiva y práctica de un servicio y/o cuando lo demande el cliente. La nueva estrategia de mercado está en bombardear al cliente renovando las ofertas, los proyectos y nuevos productos, fijando fechas estacionalmente.

Estamos en torno a una época elitista en que parece priorizar más monetizar y poco invertir, hasta el punto que la publicidad sale gratuita con la repercusión mediática. Pero, ¿hasta qué punto sale gratis y qué alto precio podemos acabar pagando a medio o largo plazo?

Ya que se está generando una falsa expectativa sobre las marcas personales y corporativas demasiado impersonal, cada vez más egoísta y exigente por parte de los consumidores. Considero que se debería aflojar un poco el ritmo y reflexionar, si de verdad compensa tanta productividad artificial, antes de que inflación vuelva a reventar una nueva burbuja.