Siguiendo con la dinámica de potenciar la marca personal sacando lo mejor de las redes sociales, en esta ocasión le ha tocado a LinkedIn. Esa gran desconocida, quizá por desconocimiento o quizá por el respeto que merece, pero no menos importante que el resto.
LinkedIn puede parecer otra red social, pero no otra red social cualquiera, sino, LinkedIn es LA RED de contactos profesionales por excelencia. Donde no todo vale, ni siquiera los gatitos haciendo travesuras por muy monos que sean. Aún y así, es una red apta para cualquier usuario y debería ser imprescindible para mantenernos activos profesionalmente. Aunque sea de manera informativa pero interesada por estar centrados en otros proyectos, porque mientras hay vida hay retos para colaborar. Sería el sinónimo en otras redes sociales como Twitter o Instagram.
LinkedIn podría decirse que tiene una estructura muy similar a Facebook, pero con una cultura y un enfoque completamente distintos. Si bien es cierto, Facebook se podría decir que es mucho más cosmopolita por la popularidad que le supone, mientras LinkedIn está más enfocado a los negocios. Aunque últimamente algún que otro comentario fuera de lugar se ha filtrado.
LinkedIn, en realidad, ha sabido mantener y construir el prestigio de la esencia social de las cualidades humanas que mueven el mundo hacia delante. Y, por eso, no me gusta llamarlo red social, más bien, lo podríamos llamar, literalmente, Currículum 2.0 donde aporta datos sobre las cualidades, proyectos y experiencia de las personas que tienen algo más de ambición en la vida que en enviar ‘stickers’ y recolectar “me gustas” para llenar su propio ego como en el resto de redes.
LinkedIn es una red de contactos centrada, mayormente, en buscar empleo y encontrar profesionales para generar sinergias sobre tecnología y marketing. Cada vez se va ampliando más los círculos profesionales. Entre ellos podemos derivar a seguir manteniendo el contacto con antiguos compañeros, colaboraciones, noticias sobre economía, empleo y ofertas de demanda.
Construir una red de contactos conlleva, como toda relación, tiempo, dedicación y tener unos objetivos claros y bien definidos. Por ello, a continuación voy a exponer una serie de pasos para lograr un perfil profesional elegante y productivo;
Para empezar en LinkedIn, renovarlo o modificarlo, a simple vista podemos ver que es muy intuitivo pero con un gran potencial si sabe cómo. En primer lugar, la foto de perfil debe hablar de nosotros mismos en primera persona, con una sonrisa pero sin pasarse, utilizando un fondo sólido que no brille más que nosotros, para que no nos reste importancia. Las fotos de la boda o de fiesta con los amigos mejor dejarlas para otros perfiles sociales más familiares.
La presentación debe contener lo imprescindible sobre quien somos, de donde somos y un resumen, lo más breve posible pero que contenga aquello que queremos ofrecer a nuestros contactos, colaboradores o potenciales clientes, para establecer contacto.
Las publicaciones deben ser coherentes con el perfil que nos queramos enfocar. Si reparamos ordenadores no podemos ofrecer alimentación o hablar de la fauna y la flora. Podemos hacer alguna mención a nuestros hobbys, entretenimientos, para generar un poco de empatía social que atraiga el lado humano de nuestros futuros contactos para establecer la conexión.
Cumpliementar brevemente nuestra experiencia laboral como si de un CV se tratara, siendo breves y conscisos. Destacando el puesto, las funciones principales, la empresa y la fecha en que se realizó o realiza.
Es importante, al igual que mencionar algún entretenimiento que nos haga humanos, mencionar los reconocimientos que avalen nuestra experiencia. Así como las acreditaciones, formación, cursos, con sus fechas y centros en los que se ha realizado.
Utilizar la privacidad para compartir las publicaciones de manera pública o solo para nuestros contactos, en función del interés o las impresiones que busquemos que genere.
Invitar a los contactos que ya dispongamos de su correo electrónico es una manera directa de darnos visibilidad a través de la gente con la que ya conocemos y tenemos cierta confianza. LinkedIn te permite subir contactos de Gmail, Yahoo o añadir cualquier archivo CSV. Desde el menú superior yendo a “red” >añadir contactos” y escogiendo nuestro proveedor de correo de la lista que aparece.
LinkedIn nos permite enviar un máximo de 3.000 invitaciones. A priori pueden parecer muchas imposibles de gastar, pero no por ello hay que malgastarlas haciendo spam, ni se debe. Hay que ser selectivo para que nuestros intereses se coordinen con los intereses de quién nos interesa. Lo mismo cuando recibamos alguna petición de contacto, no por recibirla hay que aceptarla, como cualquier decisión en la vida hay que valorar, analizarla, y si deducimos un posible potencial para colaborar o negociar la aceptamos.
Una vez tenemos agregados a nuestros contactos que nos han aceptado, se crea nuestra red de primer grado que, según el algoritmo de LinkedIn, nos sugerirá futuros contactos en común con nuestros contactos catalogándolos de segundo grado, tercer grado, etc. En función de los contactos y la cercanía en común que se disponga.
Un buen sistema para conectar con gente afín es utilizar los grupos de afinidad. Búsqueda por ubicación, centro de estudios, centro de trabajos, categoría profesional u oficio, etc.
Podemos ampliar estas búsquedas haciendo uso, también, de los grupos de LinkedIn. Son una potencial fuente de contactos.
Una vez indentifiquemos el grupo que nos interesa vamos a la parte superior derecha y pinchamos sobre el número de miembros, nos desplegará la lista de miembros del grupo. Nos movemos a través del listado hasta que llegamos a los de segundo grado (primero nos sacará los de primer grado porque sigue el orden correlativo) y veremos cómo nos permite enviar un mensaje o invitarlos a conectar.
Un #bricoKX antes de enviar una petición para conectar, es la de enviarle un mensaje al contacto y en función de la respuesta que nos conteste, posteriormente, le invitamos a conectar. De esa manera nos aseguramos un potencial contacto sin malgastar invitaciones y, además, no molestar o hacer perder el tiempo a quién no le interesemos o podamos no interesarle.
La búsqueda continúa, de tanto en tanto viene bien hacer una limpieza de contactos para refrescar las sinergias, colaboraciones que ya no interesen, usuarios que inactivos, etc. Una buena red de contactos nos abrirá puertas profesionalmente para cosechar los éxitos que esperábamos.