Mantenimiento preventivo o puesta a punto

La falta de mantenimiento, un uso incorrecto o una mala práctica por desconocimiento o descuido, puede acarrear fallos graves en las aplicaciones o, en el peor de los casos, en el sistema operativo.

Los ordenadores y, hoy día también los móviles, son dispositivos que debe revisarse periódicamente un mantenimiento para verificar que todo funciona correctamente. Desde actualizaciones físicas de los componentes (hardware), actualizaciones lógicas de las aplicaciones (software), gestión de almacenamiento de los datos lógicos y on-line (documentos texto y multimedia, BigData, etc), hasta políticas de seguridad de acceso para gestionar la cuota de almacenamiento de cada usuario y/o equipo que administre la tarea correspondiente.

A continuación podemos seguir las pautas del siguiente ‘check-list’ que utiliza, por norma general, cualquier técnico de microinformática para diagnosticar, mantener y/o restablecer una puesta a punto desde cero, ya sea, por simple mantenimiento periódico o en caso extremo que no haya marcha atrás.

DIAGNÓSTICO

 

Detectar y prevenir fallos o averías

Cuando se produce un fallo o error en las tareas que desempeñamos con nuestros equipo o dispositivos, hay que observar detenidamente cuando, como y porque se produce el fallo, observando detenidamente la secuencia de error en el momento que se produzca para descartar si se produce al encender el equipo, al iniciar sesión, durante el trabajo o tarea desempeñada, al utilizar algún otro dispositivo que se conecte a través de algún periférico directa o inalámbricamente, descripción del error si nos muestra un aviso de advertencia, virus, etc.

 

Actualización física de componentes o hardware

Descartar avería por la vía física por si puede tratarse de un cable en mal estado, mal conectado, o de las características apropiadas. Observando la infraestructura utilizada por el equipo, desde la toma de corriente eléctrica a las conexiones físicas o inalámbricas.  Asegurarnos de estar utilizando la última tecnología en función de nuestras necesidades, el tiempo que ha pasado desde que adquirimos nuestro equipo, posibles desperfectos por desgaste del uso o del tiempo, limpieza de componentes con extrema precaución.

 

Actualización lógica de controladores o ‘drivers’ y aplicaciones

Utilizar el asistente programado para escoger las actualizaciones automáticas o manualmente para hacer más énfasis en el controlador o aplicación que nos interese y mantenerlos actualizados. Utilizar la función modo a prueba de fallos para corregir posibles anomalías en el software interno del registro de sistema, o bien, el modo a prueba de fallos con funciones de red con anomalías relacionadas con el tráfico de red.

 

Copias de seguridad ‘backup’ o puntos de control del sistema

Es muy recomendable y de alta importancia realizar copias de seguridad de nuestros archivos personales, como puntos de control de la configuración del sistema. Para que, en caso de extrama necesidad por perdida o desconfiguración irrecuperable (o incluso, no calentarnos la sesera demasiado) restablecer los datos o configuración con la última vez (guardada) que nos funcionó correctamente.

 

PUESTA A PUNTO

Realizar o restaurar Copia de seguridad

Antes de proceder a realizar un mantenimiento parcial o completo de un equipo seguiremos ciertas pautas de recuperación de datos. En primer lugar, hacer copia de todos los datos contenidos en el sistema y discos duros, bien sea con algún programa recoverý o manualmente, para ello dispondremos de otro disco duro o disco extraíble (asegurándonos que cuenta con la capacidad necesaria para ello) donde depositaremos, o desde donde restauremos, el ‘backup’. También haremos un listado o inventario del aplicativo que dispone el equipo para reinstalarlo posteriormente, tanto programas como controladores de periféricos, con sus respectivas configuraciones internas.

 

Instalación del Sistema

Una vez tengamos a salvo todos los datos, ya podemos restablecer sin preocupación el sistema del equipo a restaurar. Hay dos maneras para efectuar dicha restauración; realizando una instalación limpia o una reinstalación sobre la actual instalación. Es mucho más recomendable dedicarle un poco más de tiempo a una instalación limpia, que nos aseguraremos que dejaremos el equipo de fabrica como nuevo, que una instalación donde lo que hacemos es copiar los archivos nuevos sobre los antiguos y, en determinados casos, no corregimos el error sino que lo podemos agravar sobrescribiendo la misma variable afectada.

 

Formatear disco o partición

Lo correcto es formatear el disco o partición a instalar el sistema, incluso repitiendo la acción cinco veces en casos de protocolo de seguridad extrema, ya que no nos aseguramos de que la información se borre absolutamente hasta a partir del quinto formateo (aunque la información no se vea, las variables permanecen en la tabla de particiones, que es de lo que se encargan algunos recoverys). En la actualidad este proceso no lleva complicación alguna, ya que forma parte del proceso del asistente de instalación del sistema paso a paso.

 

Particionamiento del disco

Una vez formateado el disco procedemos a particionarlo en función de la cuota de espacio para cada tarea. La instalación en sí, se reserva una parte, normalmente unos 100Mb, en función de cada sistema, para extraer los archivos de instalación y copiarlo en el disco o partición. Lo recomendable, si solo disponemos de un solo disco, es dejar una partición con el 20% de espacio para los datos del sistema y programas, y un 80% para el resto de datos (documentos, fotos, etc.) si disponemos de más disco, podemos usar el disco primario para el sistema, o sistemas en caso de instalar varios sistemas repartiendo el espacio proporcionalmente para los sistemas que vayamos a instalar (asignando la unidad C: por defecto en cada partición primaria activa respectivamente si tenemos varios sistemas) dejando el resto de discos como esclavos para generar las particiones lógicas para los datos de programa (tanto instalaciones de aplicativo, como datos y documentos personales) administrando tantas particiones según nuestras necesidades con el respectivo espacio proporcional a ellas. Lo suyo sería tener un disco para el sistema, o sistemas, otro disco  para las aplicaciones con dos particiones; en una partición los archivos de instalación y en la otra partición los datos de la aplicación en sí, y por último, otro disco para los datos de usuario. Dependiendo siempre de las necesidades del usuario.

 

Personalización de usuario

Una vez tenemos el sistema reinstalado de cero, viene la entretenida tarea de reinstalar aplicativo, cambiando la ruta de instalación al ejecutar el programa por la ruta que nos interese y no ocupar espacio del espacio que reservamos exclusivamente al sistema.

ruta 6987

Particionando las cuotas de espacio según las necesidades, lo más general es por carpetas, pero puede hacerse por particiones, por disco, y desde el administrador de particiones, o el Active Directory en Servidores, para gestionar el espacio, las unidades, permisos de lectura o escritura, etc.

ruta 6987 2

Modificando, también, la ruta por defecto de las carpetas del sistema para redirigirlo de manera lógica a la ruta del disco que nos interese. Normalmente el espacio asignado a la partición (D:) y de ahí en adelante cuantas particiones creemos. Recordemos, la unidad (A:) queda reservada para los equipos que disponen de unidad de disquetes, integrada o extraíble por USB, cada vez más descatalogados pero aún con algún uso, y la unidad (B:) para los disquetes de 5 ¼ ya descatalogados del todo, quitando alguna excepción puntual por alguna necesidad empresarial.

 

Para más información o consultas concretas, sobre instalaciones o puestas a punto, contactar en servikx.informatica.com

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