Hace 13 años se miraba con escepticismo que Firefox pudiera competir en la escena de los navegadores como lo ha logrado hacer actualmente. Por aquél entonces lideraba el mercado Internet Explorer, que ya empezaba a mostrar las vulnerabilidades de conectividad, y Netscape era la alternativa potencial. Hasta que el 24 de noviembre de 2004 apareció Firefox 1.0 hasta la versión actual Quantum (Firefox 57) donde actualmente planta cara al navegador Chrome del gigante Google. Los desarrolladores de Firefox sabían que el proyecto tenía futuro, ya que llevaban dos años atrás trabajando en Phoenix, cuya versión 0.1 para Windows y Linux, aún disponible aunque con limitaciones para el tráfico HTTPS.
El nombre de Phoenix no es casual, ya que quisieron bautizar el proyecto como el Ave Fénix pero tuvieron que modificar la denominación de origen por posibles litigios con el nombre del mismo fabricante BIOS. A partir de ese momento las constantes actualizaciones y versiones del programa Firefox 1.5 Firefox 2 y Firefox 3 fueron imparablemente pausadas en noviembre de 2005, octubre de 2006 y junio de 2008 respectivamente. Los cambios se fueron sucediendo y los motores de renderizado (Gecko) y JavaScript (SpiderMoney, TraceMonkey), en marzo de 2011 veíamos la última versión de Firefox 4, que ya convivía con el cada vez más popular Google Chrome desde 2008.
Lo cierto es que la optimización y la ligereza con la que Google Chrome arrancaba los recursos era una característica con la que Firefox no podía competir, Chrome también contaba con la característica de código abierto para desarrolladores para depurar errores de navegación. Por lo que Firefox empezó a trabajar para mejorar con la versión Quantum y renderizar sus recursos para ser más ligero de cara a la experiencia que demandaba el usuario final. Firefox, además, también cuenta con una versión del navegador en catalán para nostálgicos o fanáticos de dicha lengua.
Es por eso que, en los últimos meses, he estado poniendo a prueba el renovado Firefox para darme cuenta que ahora si que está preparado para plantarle cara a Google Chrome y por eso este #bricoKX explica las 5 razones principales por las que merece la pena probarlo;
· Trabaja en paralelo: el nuevo motor de renderizado, llamado Servo, aprovecha todos los núcleos de proceso de nuestra CPU, por lo que trabaja en paralelo y hace que sobre todo si trabajamos con varias pestañas, esta nueva filosofía, permita que todo vaya más rápido y más suave.
· Proceso por pestañas: el proyecto Electrolysis es otro de los componentes clave del nuevo Firefox Quantum, que adopta un modelo similar, pero no igual, al de Chrome y considera cada pestaña como un proceso separado, pero dividiendo toda la gestión en cuatro grandes procesos como señalan los responsables de Mozilla que permite gestionar multitud de pestañas de forma óptima, algo que, es incluso más importante en dispositivos móviles, donde Firefox Quantum también está disponible. Como explica Lin Clark, una de las desarrolladoras de esta nueva versión, hay aún más elementos implicados en esa nueva gestión de los procesos.
· Nuevo look: también hay cambios en el aspecto visual del navegador, que tiene menús más simples y mejor organizados, además permite optar por usar la barra de direcciones como barra de búsqueda si así lo deseamos. La personalización, marca de la casa, porque en Firefox el menú ‘Personalizar’ nos permite cambiar todo tipo de parámetros visuales y reorganizar elementos y botones de esas barras y menús de la interfaz del navegador.
· Extensiones: otro de los cambios cruciales en la nueva versión son las denominadas ‘WebExtensions’, un nuevo tipo de extensiones o complementos que hacen que Firefox pueda gestionarlas aprovechando la nueva arquitectura. Aquí si debemos ser algo pacientes, porque puede que algunas de las extensiones que utilizábamos en versiones antiguas de Firefox aún no estén preparadas para hacerlo en Firefox Quantum.
· Privacidad, velocidad y consumo de datos: como explican los responsables de Mozilla, la tecnología Tracking Protection de Firefox bloquea las peticiones de los dominios que monitorizan nuestra actividad en la web, y según sus estudios el navegador reduce en un 67,5% las cookies HTTP durante las visitas a los sitios web. Esto tiene otro beneficio asociado, y es que todo va más rápido hasta un 44% más, porque se cargan menos cosas y además consumimos menos datos, un 39% menos, gracias a este bloqueo de scripts y cookies.
Firefox además de estar disponible en su pagina oficial, también está disponible en el repositorio de descargas. Espero que os guste este #bricoKX y que os animeís a dejar vuestros comentarios con vuestra experiencia y opiniones.