Desde tiempos inmemorables se ha escuchado el debate moral de que si “el tamaño es importante o no…» no voy a entrar en ese tema moral porque no viene a cuento, pero en cierto modo aparece esa moralidad a la hora de contratar un perfil de velocidad con nuestro ADSL.
Y es que hay gente que creen o les hacen creer comercialmente que contratar el máximo perfil de ADSL, o tener el equipo informático con las mejores prestaciones, independientemente del uso que se le dé, es como tener el vehículo con más potencia y circular a la máxima velocidad que permita una carretera, sin tener en cuenta opciones como el mantenimiento de la carretera, o las condiciones climatológicas, o el estado de ánimo en cada momento que hace variar nuestros reflejos para conducir, etc.
Con la velocidad de navegación pasa exactamente lo mismo, desde un punto de vista subjetivo, quizá no somos consientes cuando nos dejamos “engatusar” por las ventas comerciales que nos aseguran que nos llegará la máxima velocidad alcanzable con tal de vender. Pero si de algo goza de riqueza esta vida, es por la diversidad de opiniones, y muchas veces la culpa, o parte de culpa, es del usuario final, encaprichado por recibir la máxima velocidad por motivos “x”. Por creerse estar a la última moda, por querer ser el mejor de su entorno, etc., motivos prejuiciosos aprovechándose del derecho consumista a tener razón.
Y desde el punto de vista técnico, a pesar de la mala gestión comercial a largo plazo, aquí es donde entra el trabajo de un buen técnico que se precie, para ayudar a solventar esos “errores comerciales” y también de paso, ayudar a orientar la mejor solución a las necesidades del usuario. Es por esto, uno de los motivos por los cuales decidí ser informático, porque no hay nada más satisfactorio que sentirse útil resolviendo en la medida de lo posible los problemas y ayudando a buscar la mejor solución, y el resultado es un usuario contento con el servicio.
El usuario suele cambiar a menudo de proveedor de servicios con tal de recibir el servicio soñado, pero en ocasiones sino se radica el problema de raíz por muchos cambios que se realice no se soluciona nada, ya dice el refrán que: “La Mona aunque se vista de seda, Mona se queda”.
Así pues, aparte de escoger un buen proveedor de servicios, hay que tener en cuenta otras condiciones como la situación geográfica, la distancia de posibles centrales, el mantenimiento de las cuáles, así como el mantenimiento de la infraestructura de la red interna, también que los dispositivos transmisores estén en perfecto estado, y ya de paso, no vendría mal documentarse al respecto con lo que queremos contratar, y para qué queremos contratarlo. No solo debemos confiar en el experto que nos ayuda por el hecho de ser experto, aunque estamos encantados de ayudar en nuestro campo hay otros campos que no dependen de un mismo experto, y facilita mucho el respeto mutuo y los pequeños detalles; saber un poco de todo, en lugar de mucho de una sola cosa.
Partiendo de la base que el usuario siempre tiene la razón (más cuando paga) aunque no siempre la tenga hay que hacerle abrir los ojos con cortesía y respeto, es el único secreto para reeducar la humanidad y trabajar unidos.
¿Tanto cuesta cumplir con este objetivo?